Control Biológico

Es un método natural de control de plagas, enfermedades y malezas que consiste en utilizar organismos vivos (aliados) con objeto de controlar las poblaciones de otro organismo; dichos “aliados”, no se comportarán como plagas de nuestros cultivos.  Hay que tener en cuenta que su uso ha tenido significados distintos a través del tiempo; así, los fitopatólogos han tendido a usar el término para denotar métodos de control que incluyen rotación de cultivos, alteración es del pH del suelo, uso de enmiendas orgánicas, etc.; Se diferencia un control biológico clásico del control biológico moderno cuando se incluyen las técnicas de control por interferencia. Sin embargo, la definición más aceptada en la actualidad es la que han utilizado tradición altamente los entomólogos, entendiéndose por el término como el método agrícola de control de plagas (insectos, ácaros, malezas, enfermedades de las plantas, etc.) que usa depredadores, parásitos, herbívoros u otros medios naturales.  El control biológico representa una herramienta de alto significado ambiental de las actuales y futuras generación es, de igual manera es un componente en el manejo agroecológico de plagas, económicamente viable y de alto valor biológico, compatible culturalmente y liberador de las políticas agrícolas neoliberales que favorecen a las grandes compañías transnacionales de venenos.  Cabe destacar que  los agricultores orgánicos usan el término planta insectaria para describir plantas que atraen insectos. Hay plantas insectarias beneficiosas que son introducidas intencionalmente en un ecosistema para aumentar los recursos, tales como polen y néctar requeridos por los insectos beneficiosos. Éstos incluyen parásitos o predadores de insectos dañinos entre otros. Dichos insectos, además de ayudar en el control de plagas pueden contribuir a la polinización de algunas de las plantas cultivadas.  Los insectos/animales beneficiosos incluyen a las mariquitas, lagartijas, sapos, arañas, ciertos escarabajos, moscas sírfidas, picaflores y avispas parasíticas, entre otros. Los insectos beneficiosos pueden llegar a ser diez veces más abundantes en plantas insectarias. La mortalidad de los cocoides y los pulgones causada por sus enemigos naturales puede duplicarse por la presencia de plantas insectarias. Tales plantas pueden seguir contribuyendo al aumento de las población es de insectos benéficos aun después de haber sido arrancadas o de haberse secado. Para obtener el mayor beneficio de las plantas insectarias, éstas pueden ser plantadas entremezcladas con las plantas de cultivo. Los insectos atraídos a ellas benefician al jardín circundante.    Por ejemplo, muchos miembros de la familia Apiaceae (también llamada Umbelliferae), son excelentes plantas insectarias. Hinojo, Angélica, apio, zanahoria silvestre poseen grupos de flores diminutas que son beneficiosas para las avispas parasíticas. Algunos tréboles, Achilleas, ruda atraen a insectos parasíticos y predadores. Varias de la familia de la menta proveen refugio a los escarabajos del suelo. Muchas flores compuestas o asteráceas atraen avispas parásitas, moscas sírfidas y moscas predadoras. Las avispas atrapan orugas para alimentar a sus crías y las moscas se alimentan con una variedad de pulgones, orugas y otros insectos dañinos.  Otras plantas insectarias que ayudan a los insectos beneficiosos son algunas Brassicaceae, Tagetes, Sambucus y trigo sarraceno.    Las avispas Trichogramma son unas pequeñas avispas que se alimentan de más de 200 variedades de plagas. Ponen sus huevos directamente en los huevos de la mariposa o polilla y la cría se alimenta de los huevos. Diferentes tipos pueden ser más efectivos en un tipo de plaga o en otro. Si el agricultor compra huevos tiene que estar seguro de obtener la variedad adecuada para el tipo de plaga que afecta a sus cultivos. Los pesticidas matan a los insectos beneficiosos tanto como a los dañinos por eso hay que prescindir de ellos cuando se usan controles biológicos. 

Retrocediendo un poco en el tiempo, anteriormente los campesinos en Venezuela no usaban ninguna clase de productos químicos para sus cultivos, ya que esas técnicas aun no eran implantadas en sus conocimientos. La naturaleza estaba en un constante equilibrio por la parte de las cosechas, ya que para el control de las plagas y algunas enfermedades, la misma naturaleza remediaba, a través de hongos e insectos que se comían a los de mala praxis en los productos que se cosechaban. Con la llegada de las empresas transnacionales, implantando los productos químicos, el campesinado sin saber algún tipo de conocimiento en la utilización con respecto a las siembras, hizo que las plagas fueran invulnerables a los químicos ya que la utilización de estos químicos era constante en su aspersión. Avanzando un poco más en la era moderna, escasos años atrás, en el país se está implementando la producción de los “BIO” fertilizantes y controladores de plagas y como expresión de tales cambios, el  INSAI representa  las siglas del Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral, organismo dependiente del Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras que se encarga de contribuir con el fortalecimiento del sistema nacional de protección y defensa fitosanitario y zoosanitario en el marco del desarrollo agrario. Se faculta también para dar los certificados de movimientos de animales (guías), como de igual manera poseen los laboratorios para producir los biocontroladores y biofertilizantes. En Venezuela existe 26 laboratorios de producción de bioinsumos: 11 de biocontroladores y 15 de biofertilizantes bacterianos, con diferentes tipos de fabricación, algunos, se encargan de hacer diagnostico fitosanitario y zoosanitario (plantas y animales), otros se encargan de producir los biocontroladores y otros más de producir  los biofertilizantes (abonos orgánicos); finalmente, algunos laboratorios también se encargan también de hacer diagnósticos fitosanitarios y zoosanitarios para la mejoría de la producción agropecuaria. 


El control biológico puede llevarse a cabo a través de manera intención al, directa por parte del hombre o bien a través de acciones indirectas mediante el manejo de las interacciones existentes en el agroecosistema.  La lucha contra la mosca del olivo, Bactrocera oleae, por medio de una serie de agentes parasíticos proporción a ejemplos de una variedad de controles biológicos.  Caben distinguir tres estrategias básicas de aplicación del control biológico: importación e incremento, como resultado de la intervención directa del hombre y conservación como resultado de acciones indirectas; estrategia de inoculación e inundación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario